Radiografía Informativa.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) informó que la madrugada del martes 14 de octubre murió el Oso negro “Invictus”, a causa de una afección cardiaca.
El corazón del úrsido- del cual no se pudo determinar su edad exacta- no resistió pese a los esfuerzos de sus veterinarios y del personal capacitado que lo atendía en el área de cuidados del Bioparque Convivencia Pachuca. El Oso Invictus decidió partir y cerrar su ciclo de vida, al sufrir un paro cardiorrespiratorio.
La atención a Invictus es un ejemplo de la suma de esfuerzos entre autoridades y sociedad civil por redignificar la vida animal, toda vez que el oso fue rescatado después de ser víctima de maltrato extremo durante su estancia en el espectáculo ambulante “Harley Circus”.
Fue en marzo pasado en Mérida, Yucatán, cuando la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) aseguró a este ejemplar de Oso Negro (Ursus americanus), así como a dos felinos (un Tigre de Bengala y un León Africano) y tres ejemplares de Mono Araña.
El Oso fue encontrado sin maxilar inferior, el cual le fue extirpado por sus propietarios, situación que le impedía ingerir alimento sólido y beber agua.
Los citados ejemplares formaban parte del espectáculo ambulante “Harley Circus” y presentaban un evidente estado de maltrato, motivo por el cual la PROFEPA sancionó al responsable del espectáculo con una multa de $700,488.90 M.N. (setecientos mil cuatrocientos ochenta y ocho pesos 90/100 moneda nacional).
Asimismo, se revocó la autorización como Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) y se interpuso denuncia penal.
Así, tras el aseguramiento realizado por la PROFEPA, la vida del ejemplar tomó otro rumbo. Vivió bajo los cuidados y el tratamiento de especialistas. Invictus fue trasladado para su resguardo a la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Vida Silvestre Bioparque Convivencia Pachuca, ubicada en el estado de Hidalgo.
El pasado 19 de julio, un equipo de profesionistas y expertos intervino quirúrgicamente a Invictus con el fin reconstruir su mandíbula inferior colocando dos barras de titanio. La cirugía fue exitosa. Incluso, 48 horas después de la intervención ya era capaz de gruñir, masticar alimento y beber agua.
Durante su estancia en Bioparque, el Oso fue sometido a tres cirugías mayores para reconstruirle la mandíbula. Participaron más de 30 especialistas, entre ellos, tres maxilofaciales voluntarios. Tan sólo en una de las intervenciones quirúrgicas se utilizaron 78 injertos para cubrir el maxilar inferior.
Cabe señalar que el Oso Negro fue bautizado con el nombre de Invictus en alusión al poema del escritor William Ernest Henley.